La ajedrecista local Laura García será la representante de Asturias en el Campeonato nacional sub-12
La reina del ajedrez en Carreño tiene nombre. Se llama Laura García, tiene 12 años, es candasina y será la representante femenina de Asturias en el próximo Campeonato de España sub-12, que acogerá la localidad granadina de Salobreña del 8 al 13 de julio.
Todo un logro para esta joven jugadora que se estrena en un torneo nacional y que aspira, no obstante, a llevarse la copa de campeona a casa. «Entre niñas yo creo que puedo ganar», afirma. Aun así, lo más importante es «participar. El poder estar allí significa ya mucho para mí», añade.
Esta candasina, del club de ajedrez local, ha crecido en los últimos cinco años con el tablero debajo del brazo. Empezó a mover piezas por primera vez a los siete años y desde entonces su cabeza no ha parado de sumar tácticas para ganar. Dice que para ser bueno en el ajedrez no es condición necesaria ser inteligente, sino, más bien, «poner todas las ganas del mundo a la hora de jugar». Y para ello, no cabe duda de que tiene que gustar, y a Laura García le encanta. «Todo el mundo puede llegar a saber jugar al ajedrez, ya que es muy fácil de aprender. Sin embargo, jugar bien ya es otra cosa. Requiere de mucho entrenamiento, además de estar siempre atenta a la partida y no confiarse nunca por muy inferior que veas al contrincante», explica.
Con estas pautas bien interiorizadas, y tras ganar el Campeonato de Asturias, la candasina llegará en cuestión de una semana a Granada, con el objetivo de dominar no sólo su mente sino la del contrincante. «Se empieza por un movimiento de apertura. A mí, por ejemplo, me suele gustar comenzar por desplazar el peón de la dama. Y luego ya tienes que buscar la manera de que el otro jugador se mueva en la dirección que tú quieres para poder hacer un jaque mate», expresa.
Jaque mate es el que busca hacer todos los días a su profesor, Carlos García Fernández, con el que está preparando el torneo nacional. «Cada vez me lo pone un poco más difícil, pero eso está bien, porque en España el nivel es altísimo. No tiene nada que ver con el que hay en Asturias, sobre todo si hablamos de jugadores de la Comunidad Valenciana o de Cataluña.
En esas zonas se entrenan muchas horas, mientras que aquí no, lo tenemos más bien como una diversión», sostiene. Incluso teme toparse con algún contrincante que sea «mejor que mi propio maestro», dice entre risas. No obstante, por su mente ya suena la palabra «ganadora. / Mónica G. SALAS. La Nueva España.
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