domingo, 21 de septiembre de 2014

Radiografía de la desidia y la ineptitud impune y con alevosía

SALIDA DE FECALES EN  PLAYA Y PUERTO Foto: A.VV de Candás, 7 de septiembre 2014
Si hubiera que justificar la necesidad de que los vecinos de un municipio se constituyan en un ente público llamado Ayuntamiento, y al mismo tiempo explicar con brevedad y a la altura intelectual de un niño de siete años cuáles son sus obligaciones y el fin último de ellas, éstas se concretarían en la solución de los problemas cotidianos que conlleva el vivir juntos, a ser posible en armonía, con el entorno que les rodea.

Dicho así parece fácil: sentido común para priorizar la gestión de los problemas de tal forma que satisfagan el bien común de los vecinos y una buena dosis de talante para negociar los menos agravios comparativos posibles. Pero con la política con minúscula nos hemos topado.

Veamos: municipio de once mil almas; diecisiete concejales cobijados en ocho reinos de taifas con siglas, agrupados a su vez, cuando el viento es favorable, en una defensa ultramontana de ideologías tal cual si estuvieran redactando la Paz de Versalles; equipo de Gobierno en minoría con actitudes caciquiles dignas de novela de la Pardo Bazán y tácticas de guerra sucia para continuar en la peana capaces si se diera el caso de vestirse de lagarterana con montera picona si el concejal mindundi de turno que vende su apoyo se lo pidiera. Hasta aquí la descripción del paisaje y el paisanaje que ocupa la Casa Grande, o como dicen algunos, la Casa Conceyu, a elección de cada cual.

Hablemos ahora del resultado de tanta ideología puesta al servicio de la vecindad: nos encontramos en un Concejo en el que la defensa del medio ambiente, por nombrar solo uno de los graves problemas a los que nos enfrentamos, no podría calificarse de asignatura pendiente sino más bien de cáncer terminal con agonía incluida. 

No vamos a detallar aquí la lista completa de las deficiencias, a aquellos que necesiten contar ovejas para conciliar el sueño les proponemos que se lean las denuncias que esta Asociación expone en esta bitácora y en la página de facebook puede que no sea apto para espíritus sensibles, o sea, para todo aquel que se crea los programas electorales de los partidos políticos, por poner un ejemplo.

El último acto de la tragicomedia que protagonizan nuestros insignes ediles lo han escenificado en el último pleno del pasado jueves día 18, y el leiv motiv es la falta de saneamiento de determinados núcleos de población, con el consiguiente vertido pertinaz de aguas residuales, problema éste que ya ha cumplido años y que ha sido puesto en evidencia por activa y por pasiva por esta Asociación. 

No solo se están transgrediendo normas locales, autonómicas, nacionales y europeas, sino que poner encima de la mesa la solución a este problema del saneamiento parece que va a necesitar el concurso de las Naciones Unidas y la intervención de la OTAN. Y todo ello porque políticamente hablando entramos en la estación de la primavera preelectoral y el asunto se ha convertido en munición para la guerra que se avecina, en la que todo vale. 

Los chivos expiatorios, como siempre, la ciudadanía en general por los que nos toca a todos en cuanto a nuestra salud y la preservación del medio natural y sobre todo los vecinos de las Comunidades afectadas, porque van a convertirse en moneda de cambio y promesas electorales que se incumplirán sistemáticamente, además de servir de cabezas de turco sobre los que sembrar la discordia en la política de chigre.

Dicho esto solo nos queda soltar lastre, que para eso estamos en un Concejo marinero , y obviar a los ineptos: la próxima vez que se vea salir la porquería por la Pregona se recomienda a la vecindad tirar de móvil y plasmar el cuadro fecal en fotos para la posteridad, recordando además que últimamente se estila el recurrir a recurrir a medidas drásticas tales como denuncias al Seprona, a la Fiscalía de Medio Ambiente, a la Consejería competente en la materia, al Defensor del Pueblo y si alguno se aventura, al Tribunal de Estrasburgo si hace falta. A veces matar moscas a cañonazos funciona.

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