miércoles, 17 de diciembre de 2014

Perlora, la invasión de los plumeros,algo a tener en cuenta por los efectos negativos sobre nuestro ecosistema

PLUMEROS SOBRE PERLORA Foto: A.VV de Candás,16 de diciembre 2014 .
Esta planta, procedente de la pampa argentina, superviviente donde las haya no encuentra límites, se siente cómoda y dispuesta a colonizar nuevas áreas en marismas, riveras, bosques, cualquier carretera. Ésta extraordinaria capacidad de adaptación se ha convertido en una amenaza que puede favorecer la extinción de las especies autóctonas con las que entran en competencia por el alimento o por el territorio

1 comentario:

Asociación Vecinal de Candás dijo...

Os comentamos "las armas" de estas plantas invasoras que compite con ventaja con la flora autóctona, hasta el extremo de usurpar su lugar en los ecosistemas naturales y de alterar la estructura y el funcionamiento de los mismos. El plumero encabeza en Asturias la problemática de las plantas invasoras y convierte su eliminación en una tarea muy dificultosa y cara
1. Una de las principales adaptaciones de estas plantas es su alta tasa de crecimiento y de reproducción (sexual y vegetativa), que las hace muy competitivas.
2. Son muy flexibles ecológicamente, es decir que se acomodan con más facilidad que la flora nativa a los cambios y a las alteraciones en los hábitat naturales y seminaturales, y aceptan mejor los ambientes degradados y alterados por las actividades humanas.
3. Colonizan con facilidad y rapidez los espacios despoblados e incultos.
4. Poseen eficaces mecanismos de dispersión, lo cual les otorga una elevada capacidad de expansión.
5. Sus semillas suelen estar preparadas para perdurar largo tiempo en el suelo.
6. Su capacidad de hibridación les permite medrar a partir de pocos individuos.
7. Como proceden de otras regiones biogeográficas no suelen tener enemigos naturales que limiten sus poblaciones.
8. Son capaces de generar sustancias inhibidoras del crecimiento de otras plantas, como forma de eliminar la competencia. Asimismo, pueden alterar la composición del suelo (fijando nitrógeno o cambiando la salinidad), lo cual también propicia la exclusión de las plantas nativas.