La mar es la gran señora de nuestra historia; la emperatriz de nuestro pueblo.
Siempre que un barco surca la mar, se repite el viejo sueño; partir, zarpar; salir mar adentro. Partir con las velas blancas, entre olas más blancas todavía. Llegar con la roja estrella pintada en la chimenea que sube al cielo el humo perla, como ola en vuelo, hacia el azul.
Siempre que un barco surca la mar, se repite el viejo sueño; partir, zarpar; salir mar adentro. Partir con las velas blancas, entre olas más blancas todavía. Llegar con la roja estrella pintada en la chimenea que sube al cielo el humo perla, como ola en vuelo, hacia el azul.
Sobre esta mar de nieblas y chubascos, sobre esta mar doncella de colores, dulce y doliente, cruel y llena de ternura, Candás escribió sus cantos y compuso sus oraciones; se huníó una y otra vez, para volver a nacer mil veces; fue su oro y su plata; su Gólgota y su verde campo de labor.
LA MAR
LA MAR DE CANDÁS
"..mira, ya desde la orilla, ese casi solitario paraje. Y deja que tu corazón sueñe los misterios que han ido quedando embalsamados en las grutas más profundas del alma de este pueblo.."
Aportación literaria: José Marcelino García. FUENTE: Libro "El humo de los barcos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario