Está establecido normativamente en época electoral que el día anterior a las votaciones está dedicado a reflexionar, o sea que ese día, sábado, los partidos políticos que se presentan a las elecciones dejan de bombardear con slogans, programas y promesas varias para que los vecinos y vecinas , que según esta premisa en los cuatro años anteriores no hemos dedicado ni un minuto siquiera de nuestro precioso tiempo a pensar en lo que están haciendo esos señores y señoras con la confianza que hemos depositado en ellos, ese bendito día, repito, nos sentemos tranquilamente a la vera del camino y cual filósofo presocrático nos preguntemos aquello de quien soy, adonde voy y de paso que estoy en ello que papeleta escojo para meterla en la dichosa urna.
👥 Tal parece que nos castigan a tal reflexión porque sin ella no vamos a ser capaces de tomar la decisión correcta y es que somos como niños, nos engaña cualquiera y claro luego ganan o pierden las derechas y las izquierdas y la culpa la tienen los pactos realizados o no, los miedos a lo que venga, la presión mediática, los poderes fácticos y hasta la masonería si se precia, que cuando se trata de echar balones fuera aquí no se salva nadie.
👥 Todos tenemos la culpa menos ellos, que son la verdad absoluta, los salvadores de la debacle, los que van a conseguir, si les votamos, que a partir del lunes seamos felices y comamos perdices, como decía el cuento.
👥 Pues no Señores míos, el día de reflexión es hoy y son Ustedes quienes tienen que ponerse a pensar en que el cheque al portador que se les ha dado tiene letra pequeña, un mensaje claro que exige una reflexión serena: hagan el favor de asumir que si están ahí es para que durante los próximos cuatro años administren algo que no es de Ustedes sino de todos y que esa gestión, de la que deberían tener que dar cuenta al final del periplo, no como ahora que se van de rositas, incluye el bien común de toda la vecindad como fin último no el del partido en el que militan.
👥 Y dicho esto, olvídense de la dichosa ideología y siéntense a hablar, saquen la calculadora por si a alguno se le olvidó la cuenta de la abuela y piensen que si la suma de tres hace diez, hasta diecisiete solo quedan siete…..a que es fácil?. Pues pónganse a ello y mucha salud para todos.
