martes, 23 de septiembre de 2014

Centinelas de los fondos marinos

LOS PRIMEROS INTEGRANTES DEL CLUB EL DELFÍN HACE AHORA VEINTICINCO AÑOS Foto E.C.

El Club de Actividades Subacuáticas El Delfín, de Candás, celebra sus 25 años de vida

PEPE G.PUMARINO. El Comercio.Es un colectivo íntimamente implicado en la vigilancia y observación del medio ambiente marino, del que levanta rigurosas actas allá por los mares donde realiza sus actividades. Esta es la seña de identidad del Club de Actividades SubacuáticasEl Delfín, que tiene su sede en Candás y que estos días cumple su vigésimo quinto aniversario. 

Se constituyó el 2 de septiembre de 1989. Por esta razón, sus integrantes echan la mirada atrás para hacer un balance de las innumerables acciones que han realizado, tanto inmersiones en distintos océanos como en materia formativa. Inicialmente el proyecto surgió de un grupo de personas que buscaba adentrarse en el fondo del mar para convertirse, poco a poco, en toda una entidad que acude, de manera altruista allí donde se requieren sus servicios. Así lo explica su presidente, Marcelino Ramos Cuervo, a la hora de resumir estos veinticinco años de vida del club, del que ha sido testigo directo de su pequeña historia. 

Con la sinceridad que lo caracteriza, afirma que casi se enteró por casualidad de esta conmemoración: «Lo cierto es que en estos momentos estoy más preocupado de mantener vivo el club que de otra cosa». Y es que la crisis económica también afecta directamente a sus socios y algunos se ven en la necesidad de abandonar la actividad por falta de dinero. Pero esta preocupación no es la única para sus dirigentes: tras ser desalojados por el Ayuntamiento de su local en Regueral, a cambio de un almacén en el puerto local con capacidad reducida, en el que solo cabe el material, y afectados por las goteras y humedades, se ven obligados a alquilar como sede una planta baja de una vivienda en el extrarradio de Candás.

Pero en un momento en el que celebra cinco lustros de trayectoria, El Delfín no quiere centrarse solamente en la situación precaria que atraviesa. En su haber se cuentan por decenas las colaboraciones a todos los niveles. Desde las peticiones para solucionar problemas de la flota local que requieren de inmersiones, hasta prestaciones en situaciones de emergencia como la búsqueda de personas desaparecidas en la mar. Precisamente, una de sus últimas intervenciones tuvo lugar en el rastreo el marinero candasín desaparecido el día uno de este mes, José Joaquín Cuervo Serrano. En esta tarea lleva efectuadas más de una decena de inmersiones.

A todo ello se unen los innumerables cursos formativos que realiza anualmente, entre los que se incluye formación adaptada a personas discapacitadas. Los reconocimientos de los lechos marinos - colaborando con las administraciones públicas cuando se les requiere- son otras acciones que se suman a su historial. Los buceadores de El Delfín, fueron los primeros en localizar las primeras 'galletas' procedentes del buque petrolero 'Prestige' en la costa asturiana. 

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