Despacio pero sin tregua: la amenaza de la macroincineradora

"Cogersa adjudica la subestación eléctrica que permitirá encender la incineradora"

Cuando el Presidente de la nación habla de recuperación económica no se equivoca, sobre todo porque a lo que se está refiriendo es a la economía con mayúscula, esa que revierte en unos pocos y el resto de los mortales ni se entera que existe, y es que con los grandes negocios a costa de los de siempre pasa como con la materia, ni se crean ni se destruyen, se transforman y persisten, con un espíritu de supervivenciasolo comparable a los virus, con los que comparten efectos nocivos.

En plena vorágine de pactos post-electorales y demás maniobras en la oscuridad, Cogersa , ejemplo gráfico de lo que hemos expuesto arriba, aprobó ayer la adjudicación del contrato de construcción de la nueva subestación transformadora de energía eléctrica de la futura macroincineradora de residuos, por un precio de más de tres millones de euros. Ejemplo de manual de macroeconomía teniendo como base la gestión de residuos, la instalación de un gigantesco horno crematorio, innecesario porque hay alternativas y obsoleto en muy pocos años si tenemos en cuenta la normativa europea en la materia, el empecinamiento del bipartidismo que asfixia Asturias desde hace décadas está por encima de los resultados de las urnas y de la gran contestación social a su puesta en marcha, en base a los gravísimos efectos contaminantes y al riesgo para la salud de los habitantes del centro de Asturias.

El Partido Socialista, que aspira a seguir gobernando en la Comunidad Autónoma y en el municipio de Carreño, es el responsable, junto con el Partido Popular (este último en franca coherencia con su ideología) y las grandes empresas y entidades financieras, de un delito medioambiental que aun cuando no está tipificado como tal, debería ser punible, en cuanto a la perversidad de sus consecuencias.

Y no es alarma social, Sra. Amelia Fernández, candidata a la Alcaldía de Carreño por el Partido Socialista Obrero Español, es preocupación por la destrucción del medio ambiente, de la ganadería y de la agricultura, es temor a las enfermedades que nos acechan y responsabilidad por el futuro que dejamos a nuestros hijos, es obligación ciudadana por ética, palabra cuyo significado Usted y su partido desconocen y sobre todo es asco de que un partido que se autodenomina de izquierdas y progresista promueva y defienda esta tropelía.

Despacio pero sin tregua…..