ARRIBA, por la izquierda, Paloma Armada, Noa Ramírez, Yoanna Saullion, Luna Rodríguez, Claudia Rodríguez, Eva Sánchez, Rebeca Mazacaro, Samuel Meana, Nano Carrio, Gonzalo Sáez, Hugo Mori y María Suárez. ABAJO Noelia Villarejo, Akram Soussi, Marco Mencía, Álvaro López, Olaya Seco, Julio Sáez, Erica Ávila y Enol Rodríguez, ayer en el Museo Antón.
Los pequeños de la villa reflejan en barro a los vecinos del concejo en un taller organizado por el Museo Antón para conmemorar sus 25 años de historia
Mónica G. SALAS.. Unos reflejan al amigo de al lado, otros a un familiar y otros a sí mismos dentro de unos cuantos años. La imaginación ha echado a volar en la escuela del retrato del Museo Antón de Candás. Con barro, los escolares de Carreño han conseguido representar a una población llena de caras conocidas. Y es que el objetivo de este taller, centrado en conmemorar los 25 años de historia del centro escultórico, no es otro que el de retratar a los vecinos de la villa marinera, tal y como hizo en vida el famoso artista local, Antonio Rodríguez «Antón». Sus obras sirvieron ayer precisamente de inspiración a los más pequeños del colegio Poeta Antón, que acudieron al museo candasín en busca de diversión.
«Éste soy yo de mayor, con arrugas y bigote grande», dijo Nano Carrio, de 6 años y vecino de Xivares, junto a sus colegas Gonzalo Sáez y y Hugo Mori. Los tres se lo pasaron en grande dando forma al barro y definiendo las expresiones faciales que debían de llevar sus creaciones. Primero centrándose en los ojos y las cejas, luego en la nariz y a continuación en la boca. Ningún escolar se olvidó de los detalles. La candasina Olaya Seco, por ejemplo, le añadió pelo a su trabajo artístico y la perlorina Rebeca Mazacaro, coloretes en forma de espiral.
Este taller, dirigido a los niños de Educación Infantil y Primaria de los colegios y escuelas rurales del concejo, pretende, según explica su responsable, Carla Spouggiori, promover la reflexión de los escolares sobre el retrato así como conocer sus materiales. De hecho, los más pequeños, antes de ponerse en faena, participan en una serie de juegos centrados en la manipulación del barro, como ayer hicieron los alumnos de cinco años del Poeta Antón. No obstante, apunta Spouggoiri, la actividad se adapta a todas las edades. Así, los niños de primaria tienen que crear una persona de cuerpo entero e incluso modelar su cara en tres dimensiones.
La escuela del retrato concluirá con una exposición de todos los trabajos la última semana de mayo y la primera de junio en el Museo Antón. Será entonces cuando se pueda ver a un Carreño en miniatura con personajes de barro, pero reales. Antes de su presentación, el centro escultórico seguirá con su programación. Hoy, a las 19 horas, habrá concierto del Conservatorio «Julián Orbón» de Avilés.
Mónica G. SALAS.. Unos reflejan al amigo de al lado, otros a un familiar y otros a sí mismos dentro de unos cuantos años. La imaginación ha echado a volar en la escuela del retrato del Museo Antón de Candás. Con barro, los escolares de Carreño han conseguido representar a una población llena de caras conocidas. Y es que el objetivo de este taller, centrado en conmemorar los 25 años de historia del centro escultórico, no es otro que el de retratar a los vecinos de la villa marinera, tal y como hizo en vida el famoso artista local, Antonio Rodríguez «Antón». Sus obras sirvieron ayer precisamente de inspiración a los más pequeños del colegio Poeta Antón, que acudieron al museo candasín en busca de diversión.
«Éste soy yo de mayor, con arrugas y bigote grande», dijo Nano Carrio, de 6 años y vecino de Xivares, junto a sus colegas Gonzalo Sáez y y Hugo Mori. Los tres se lo pasaron en grande dando forma al barro y definiendo las expresiones faciales que debían de llevar sus creaciones. Primero centrándose en los ojos y las cejas, luego en la nariz y a continuación en la boca. Ningún escolar se olvidó de los detalles. La candasina Olaya Seco, por ejemplo, le añadió pelo a su trabajo artístico y la perlorina Rebeca Mazacaro, coloretes en forma de espiral.
Este taller, dirigido a los niños de Educación Infantil y Primaria de los colegios y escuelas rurales del concejo, pretende, según explica su responsable, Carla Spouggiori, promover la reflexión de los escolares sobre el retrato así como conocer sus materiales. De hecho, los más pequeños, antes de ponerse en faena, participan en una serie de juegos centrados en la manipulación del barro, como ayer hicieron los alumnos de cinco años del Poeta Antón. No obstante, apunta Spouggoiri, la actividad se adapta a todas las edades. Así, los niños de primaria tienen que crear una persona de cuerpo entero e incluso modelar su cara en tres dimensiones.
La escuela del retrato concluirá con una exposición de todos los trabajos la última semana de mayo y la primera de junio en el Museo Antón. Será entonces cuando se pueda ver a un Carreño en miniatura con personajes de barro, pero reales. Antes de su presentación, el centro escultórico seguirá con su programación. Hoy, a las 19 horas, habrá concierto del Conservatorio «Julián Orbón» de Avilés.
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