Las calles estaban llenas de carros subiendo y bajando redes, de afiladores y paragüeros cargando la rueda y el cajón del utillaje, de ruecas de burros lecheros y charretes que iban y venían de las aldeas.
El viento traía y llevaba muchas cosas: la sirena de la rula, tan potente como un trueno, las campanas de las torres tocando a muerto, a misa, a fiesta. Las sierras de Marcelino, en la Carretera Nueva, y de Carlitos, en Santarua, con un quejido lastimero en medio del silencio de la tarde.
La voz de la rifadora de Gijón cantando: ¡"proinfancia especial para el domingooo"!, y la del mielero con el zurrón del queso y el barrilito con el cucharón: ¡"miel de la Alcarriaaa"!, la del botijero pasando por las calles con su burro enterrado bajo dos alforjas llenas de paja y alfarería: ¡"botijooo"!, y la de la colchera y liencera que, con botas ferradas, pañuelo y vestido negro de paño tosco, portaba sobre la cabeza un "fato" cargado de telas: ¡"colcheraaa..lienzeraaa"!
NUESTRO PUEBLO............
LA VILLA Y LA RIBERA 1912 Foto: Eduardo Bosquets (Colección Cuervo Fandos)..
CANDÁS 1912
"..era un tiempo pasado de un siglo ya extinguido en el que el tren iba y venía trayendo y llevando nuestra pobreza.. y también nuestra ilusión.."
FUENTE: "EL humo de los barcos".José Marcelino García.
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