sábado, 23 de abril de 2011

Respeto a los derechos vecinales

.............CALLE VALDES PUMARINO-CANDÁS Foto:A.VV. de Candás 20 de abril de 2011
En estos días los vecinos y vecinas de la Calle Valdés Pumarino de Candás han  tenido la oportunidad de volver a comprobar cómo sus  opiniones e intereses parece que no le importan nada a algunos de sus vecinos hosteleros ni a nuestra corporación municipal.

Resulta bastante triste  que se enteren de las cuestiones que les afectan directamente, y que a juicio de muchos les perjudican, a través de los medios de comunicación; y también resulta decepcionante saber que el Ayuntamiento no los convoca a las reuniones en las que se toman decisiones, pese a haberse comprometido a ello hace ya tiempo, y da preferencia a los intereses de los hosteleros sobre los suyos.

Entendemos y entienden perfectamente los vecinos y vecinas que las reivindicaciones de los empresarios y trabajadores de la hostelería son legítimos y obedecen a sus intereses laborales y profesionales, pero las reivindicaciones e intereses  vecinales están claramente recogidos como básicos en la legislación vigente; el Ayuntamiento debería intentar conciliarlos todos, en la medida de lo posible… pero ni siquiera lo intenta. 


Después de todo “sólo” llevan desde el 2007 intentando que -en una calle que no reune condiciones objetivas para ello- la instalación de las terrazas no conculque su derecho al descanso, al paso a sus domicilios, a vivir sin un ruido excesivo, a preservar su  integridad física..; intentando también que se cumpla en lo relativo a horarios, espacios, etc. la “Ordenanza municipal” que el propio Ayuntamiento elaboró sobre este tema y que sigue vigente, aunque obsoleta.

En resumen, a estas alturas la vecindad tiene muy claras tres cosas: SU calle NO es un chigre. Es la Calle Valdés Pumarino, y en ella viven VECINOS Y VECINAS, que también tienen  derechos. Sólo reclaman respeto para esos derechos.

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1 comentario:

Juan Manuel dijo...

Creo que las calles de las ciudades son para los peatones antes que para los vehículos, máxime cuando el espacio es tan reducido como lo son nuestras calles, las de Candás. Valdés Pumarino es una calle típica candasina donde la acera es tan estrecha que no permite ser utilizada por terrazas de los bares y por los peatones a un tiempo, aún así, se instalan las terrazas obligando a los vecinos a circular por la zona de los vehículos y desviando estos por un laberinto de calles que, en algunos casos, no están diseñadas para este fin.