Los olvidados

Dice la definición que las ventas de saldos consisten en vender un producto a precio inferior al habitual por presentar algún deterioro, desperfecto, pérdida de actualidad u otra circunstancia que afecta a su naturaleza o a su utilidad. Según esto, la Mancomunidad del Cabo Peñas está de saldo, cuestionada por los políticos de turno, atrincherados ellos en sus posiciones partidistas y a veces ideológicas.

Las noticias sobre el acoso y derribo del ente supramunicipal se vierten en los medios de comunicación con cuentagotas, pareciera que con miedo a aumentar la dosis, por aquello de los efectos secundarios................ Lo último que sabemos es que el próximo 31 de enero se desvelará el misterio y llegará la luz, y con ella las sombras.

Detrás de cada decisión política hay personas que están sufriendo el derrumbe de su proyecto vital, como actores mudos de una tragedia que por multitudinaria no deja de de ser terrible.

Srs. políticos de Carreño y Gozón, un daño administrado periódicamente se convierte en sadismo y esa palabra define a la perfección la manera como se está llevando a cabo este asunto.

Humanidad, solidaridad, empatía, ética en definitiva. Es exigible en todas las acciones políticas y aquí brillan por su ausencia.

Por los grandes olvidados de la Mancomunidad del Cabo Peñas: los trabajadores. Va por ellos.

Cosima Piovasco Di Rondo