,...............RED DE SANEAMIENTO CORTADA- EL TRANQUERO Foto: A.VV. de Candás 7 junio 2013
El vecindario se queja de los retrasos en iniciar las obras y muestra su preocupación por los efectos de las aguas residuales en las playas
Son 88 días los que se llevan vertiendo las aguas residuales al mar por el sistema de aliviaderos de la red del casco urbano de Candás y la vecina parroquia de Perlora. De hecho, el presidente de la Asociación de Vecinos Amigos de Candás, Luis Fernández, explicó ayer que desde que se produjo la ruptura de la tubería general «en la asociación, venimos marcando en el calendario los días que llevamos sin servicio». Una circunstancia que suscita aún más preocupación si cabe es el próximo inicio de la temporada de baños «por el efecto que puedan tener los vertidos procedentes del alcantarillado a las playas». Una intranquilidad que, de prolongarse en el tiempo, «podría convertirse casi en un delito ambiental», señaló el portavoz vecinal.
Las principales quejas vinieron tras el anuncio de la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, del comienzo de los trabajos, el pasado día 29 de mayo. Transcurridos casi quince días no se observa actividad alguna en la zona de la senda de El Tranqueru donde se produjo el argayo que fracturó la tubería general que sirve para trasladar las aguas residuales a la depuradora de Aboño.
«De ahí que surjan quejas entre el vecindario al observar que un año más tengamos que afrontar un verano preocupados por el riesgo que supone que las aguas negras que salen al mar, en la zona del puerto de Candás y en la bahía de Perán, puedan afectar al agua de baño de las playas», señaló Luis Fernández. Una preocupación compartida también por la mayoría de los vecinos de esta villa.
Mientras, el contrato de ejecución de los trabajos de reparación del saneamiento fueron adjudicados a la empresa Alvargonzález Contratas. El precio de los mismos asciende a 350.766,39 euros, IVA incluido. De cumplirse los plazos, dos meses y medio, fijados para la realización de las obras, finalizarían a finales de agosto. Un periodo que prácticamente abarcaría toda la temporada estival. El proyecto contempla también la construcción de una pasarela metálica peatonal de 48 metros de longitud y, por su parte inferior, discurrirá la canalización.
PEPE G.-PUMARINO -EL COMERCIO.es
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