FOTO: Archivo A.VV.de Candás
............COMUNICADO DE LA PROPIEDAD
Por alusión en publicaciones aparecidas los días 3 y 4 del presente, sobre irregularidades en una vivienda en el Camino del Faro, se desea clarificar públicamente, por su general interés, lo siguiente:
1. Ni la propiedad ni sus Arquitectos han cometido ninguna irregularidad: la altura de la vivienda es la autorizada por el Ayuntamiento en la licencia y la reflejada en el proyecto original. Tanto el Arquitecto municipal –en sucesivos informes- como el Colegio de Arquitectos de Asturias (expediente 00-02062) así lo han acreditado.
2. Durante la construcción de la vivienda, el Ayuntamiento apreció haber cometido un error, y ordenó desplazar la edificación 50 cms y añadir un tejadillo, lo que fue ejecutado por la propiedad siguiendo fielmente las instrucciones recibidas, a pesar de que, como consecuencia del desplazamiento, el sótano quedó reducido en unos 8 metros cuadrados.
3. Las normas de Carreño señalan una altura de 7 metros al alero (art. 212); altura que se mide en suelo urbano desde “cota cero”, que es el suelo de la planta baja siempre que no levante más de 1,40 m. sobre la rasante, pudiendo construirse debajo un semisótano (arts. 37 y 46.b). Esta norma es la razonable en los pueblos con cuestas, para que la planta baja no quede parcialmente enterrada, y es la aplicada por el Ayuntamiento de Carreño interpretando los preceptos arriba citados.
4. Por ello, previo informe favorable del Arquitecto municipal, el Ayuntamiento (Acuerdo de la Comisión de Gobierno de 16 de octubre de 2003) apreció la corrección de lo construido sin plantearse ningún problema de alturas, pues se interpreta que, tal como figura en el proyecto, los 7 metros al alero se miden desde “cota cero”.
5. Sin embargo, en el Juzgado, el perito judicial desconoce esa interpretación constante del Ayuntamiento y manifiesta que los 7 metros deben medirse desde rasante (hasta 1,40 más abajo).
6. Dada esa manifestación del perito, en sentencia firme se concluye que el Ayuntamiento aplica mal la normativa, pues no debe medir desde “cota cero” (que puede sobresalir hasta 1,40 sobre rasante), sino desde la misma rasante. En consecuencia, puesto que el Ayuntamiento ha concedido –y sigue concediendo- todas las licencias midiendo desde “cota cero”, las viviendas de Candás podrían exceder de altura de no considerar los 1,40 m. que definen la “cota cero.”
7. Visto que todas las viviendas, presentes y futuras, quedan expuestas a ser denunciadas y derribadas en ese exceso de altura, varios Arquitectos solicitaron al Ayuntamiento, ya años atrás y en distintas ocasiones, que procediera a la aclaración de la norma, para añadir expresamente que la altura se computaba desde cota cero (1,40 sobre rasante) y no desde la misma calle.
8. En respuesta a tales peticiones, el Secretario municipal emitió un informe señalando que “no hay ningún obstáculo legal” a la aclaración propuesta y que se abordaría en la primera Comisión, sin que los Arquitectos hayan recibido desde entonces ninguna otra respuesta.
9. En suma, ocurre que el Ayuntamiento está concediendo licencias con una interpretación de las normas distinta a la sentada por el Juez al que le corresponde resolver sobre las eventuales impugnaciones, con lo que –mientras no se aclare la norma- las viviendas exceden de altura y quedan expuestas a denuncias. Mientras no se aclare la norma habría que “recortarlas”, ya que no podrían legalizarse.
10. En el caso de esta construcción, y a causa de una norma confusa, el Ayuntamiento se enfrenta a un proyecto de ejecución “extraño”, injusto, antieconómico, inútil y técnicamente arriesgado, consistente en derribar todo el bajo cubierta para volver a levantarlo con la misma altura, pero cambiando un tejado a dos aguas por otro inútilmente complejo, con cuatro casetones, doce tejadillos y ocho bajantes. Y con la amenaza de que esto se repita en numerosas viviendas construidas bajo esta normativa. Simplemente, por no añadir una frase que aclare que estamos midiendo desde “cota cero”.
............COMUNICADO DE LA PROPIEDADPor alusión en publicaciones aparecidas los días 3 y 4 del presente, sobre irregularidades en una vivienda en el Camino del Faro, se desea clarificar públicamente, por su general interés, lo siguiente:
1. Ni la propiedad ni sus Arquitectos han cometido ninguna irregularidad: la altura de la vivienda es la autorizada por el Ayuntamiento en la licencia y la reflejada en el proyecto original. Tanto el Arquitecto municipal –en sucesivos informes- como el Colegio de Arquitectos de Asturias (expediente 00-02062) así lo han acreditado.
2. Durante la construcción de la vivienda, el Ayuntamiento apreció haber cometido un error, y ordenó desplazar la edificación 50 cms y añadir un tejadillo, lo que fue ejecutado por la propiedad siguiendo fielmente las instrucciones recibidas, a pesar de que, como consecuencia del desplazamiento, el sótano quedó reducido en unos 8 metros cuadrados.
3. Las normas de Carreño señalan una altura de 7 metros al alero (art. 212); altura que se mide en suelo urbano desde “cota cero”, que es el suelo de la planta baja siempre que no levante más de 1,40 m. sobre la rasante, pudiendo construirse debajo un semisótano (arts. 37 y 46.b). Esta norma es la razonable en los pueblos con cuestas, para que la planta baja no quede parcialmente enterrada, y es la aplicada por el Ayuntamiento de Carreño interpretando los preceptos arriba citados.
4. Por ello, previo informe favorable del Arquitecto municipal, el Ayuntamiento (Acuerdo de la Comisión de Gobierno de 16 de octubre de 2003) apreció la corrección de lo construido sin plantearse ningún problema de alturas, pues se interpreta que, tal como figura en el proyecto, los 7 metros al alero se miden desde “cota cero”.
5. Sin embargo, en el Juzgado, el perito judicial desconoce esa interpretación constante del Ayuntamiento y manifiesta que los 7 metros deben medirse desde rasante (hasta 1,40 más abajo).
6. Dada esa manifestación del perito, en sentencia firme se concluye que el Ayuntamiento aplica mal la normativa, pues no debe medir desde “cota cero” (que puede sobresalir hasta 1,40 sobre rasante), sino desde la misma rasante. En consecuencia, puesto que el Ayuntamiento ha concedido –y sigue concediendo- todas las licencias midiendo desde “cota cero”, las viviendas de Candás podrían exceder de altura de no considerar los 1,40 m. que definen la “cota cero.”
7. Visto que todas las viviendas, presentes y futuras, quedan expuestas a ser denunciadas y derribadas en ese exceso de altura, varios Arquitectos solicitaron al Ayuntamiento, ya años atrás y en distintas ocasiones, que procediera a la aclaración de la norma, para añadir expresamente que la altura se computaba desde cota cero (1,40 sobre rasante) y no desde la misma calle.
8. En respuesta a tales peticiones, el Secretario municipal emitió un informe señalando que “no hay ningún obstáculo legal” a la aclaración propuesta y que se abordaría en la primera Comisión, sin que los Arquitectos hayan recibido desde entonces ninguna otra respuesta.
9. En suma, ocurre que el Ayuntamiento está concediendo licencias con una interpretación de las normas distinta a la sentada por el Juez al que le corresponde resolver sobre las eventuales impugnaciones, con lo que –mientras no se aclare la norma- las viviendas exceden de altura y quedan expuestas a denuncias. Mientras no se aclare la norma habría que “recortarlas”, ya que no podrían legalizarse.
10. En el caso de esta construcción, y a causa de una norma confusa, el Ayuntamiento se enfrenta a un proyecto de ejecución “extraño”, injusto, antieconómico, inútil y técnicamente arriesgado, consistente en derribar todo el bajo cubierta para volver a levantarlo con la misma altura, pero cambiando un tejado a dos aguas por otro inútilmente complejo, con cuatro casetones, doce tejadillos y ocho bajantes. Y con la amenaza de que esto se repita en numerosas viviendas construidas bajo esta normativa. Simplemente, por no añadir una frase que aclare que estamos midiendo desde “cota cero”.
*Remitido por la propiedad a nuestro correo con ruego de publicación
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