La vecindad nos pregunta por qué no se reconstruye la capilla de San Antonio este año (desmontada piedra a piedra el pasado año ante el riesgo de que fuese destruida por un argayu) y se devuelve a las inmediaciones de su emplazamiento original. El montaje supondrá un gasto similar al desmontaje que ascendió a 90.000 euros.
Rotundamente contestamos: "No hay perres.. y les que hay pa inversiones.. hay que gastáles en coses más prioritaries en esti momento".
Así las cosas...
Si las piedras que componen la capilla pueden esperar almacenadas en una nave en Piedeloro, a cargo de la empresa que se encargó del desmontaje de la capilla entre los meses de mayo y junio del pasado año...
Si el culto al Santo está preservado en la Iglesia de San Félix de Candás y el acto religioso, en la fiesta de San Antonio del pasado año, tuvo lugar en una carpa que ofrecía el magnífico aspecto que muestra la fotografía...
Si todo es así y así parece ser...
Si el cielo y San Antonio pueden esperar... la vecindad también.
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