..............Foto: Archivo A.VV. de Candás
Al final, como suele suceder, ha sido mayor el ruido que las nueces frente a las exigencias europeas de ahorro en la Administración pública. Y eso que Foro Asturias basaba buena parte de su propaganda electoral y poselectoral en la austeridad y el regeneracionismo.
Pues bien, por lo que vamos viendo, lo que ha quedado de ello en el Principado es, más o menos, lo mismo que ya teníamos en la anterior etapa. Un consejero menos, cuando otros gobiernos autonómicos han tenido la decencia de suprimir la mitad de las consejerías, y siete viceconsejeros, cuando en la etapa anterior eran diez.
La onerosa moda de los viceconsejeros es relativamente joven; en los primeros ejecutivos socialistas asturianos no existían; se pasaba sin más al director general. Durante el arecismo, se extendió la costumbre a fin de satisfacer las necesidades clientelistas y el covachuelismo. Y con Cascos no parece que se rompa esa inercia de cubrir las tres franjas administrativas del poder, como si la gestión lo requiriese. ¿En eso consiste el adelgazamiento de la Administración prometido por el flamante presidente asturiano?
En los ayuntamientos el espíritu ahorrador no ha sido tampoco lo que se dice ejemplar. En algunos municipios, los concejales con sueldo son tantos como los que ya existían y hay casos, como ocurre en Avilés, donde la oposición, aunque parezca increíble, ha conseguido equipararse al gobierno en este tipo de dispendios a cargo del contribuyente. En esta región, disculpen país, no hay forma de mejorar el ahorro cuando el recorte afecta a los cargos. Da igual que se trate de las organizaciones de siempre que de aquellas otras que utilizan el señuelo del amateurismo desinteresado como banderín de enganche.
Después de tanto hablar y hablar, no hemos empezado bien en esta asignatura de la austeridad con respecto a otros lugares. El político ni siquiera es capaz de ahorrar en tiempos caninos, mayormente porque el dinero no es suyo, sino de todos. Y cuando es de todos, no es de nadie, como dijo aquella lumbrera de Carmen Calvo.
La onerosa moda de los viceconsejeros es relativamente joven; en los primeros ejecutivos socialistas asturianos no existían; se pasaba sin más al director general. Durante el arecismo, se extendió la costumbre a fin de satisfacer las necesidades clientelistas y el covachuelismo. Y con Cascos no parece que se rompa esa inercia de cubrir las tres franjas administrativas del poder, como si la gestión lo requiriese. ¿En eso consiste el adelgazamiento de la Administración prometido por el flamante presidente asturiano?
En los ayuntamientos el espíritu ahorrador no ha sido tampoco lo que se dice ejemplar. En algunos municipios, los concejales con sueldo son tantos como los que ya existían y hay casos, como ocurre en Avilés, donde la oposición, aunque parezca increíble, ha conseguido equipararse al gobierno en este tipo de dispendios a cargo del contribuyente. En esta región, disculpen país, no hay forma de mejorar el ahorro cuando el recorte afecta a los cargos. Da igual que se trate de las organizaciones de siempre que de aquellas otras que utilizan el señuelo del amateurismo desinteresado como banderín de enganche.
Después de tanto hablar y hablar, no hemos empezado bien en esta asignatura de la austeridad con respecto a otros lugares. El político ni siquiera es capaz de ahorrar en tiempos caninos, mayormente porque el dinero no es suyo, sino de todos. Y cuando es de todos, no es de nadie, como dijo aquella lumbrera de Carmen Calvo.
Luis M. Alonso
2 comentarios:
Creo que mucha gente en esta región se ha olvidado quien es Alvarez Cascos, de donde viene Alvarez Cascos y sobre todo donde quiere ir Alvarez Cascos. Me temo que a medida que transcurran los días veremos a donde lleva la política de este "asturianista".El camino tuerce claramente a la derecha.
Consejos vendo pero para mi no tengo.
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