viernes, 1 de julio de 2011

Lo que vale un peine

.NUEVA CORPORACIÓN DE CARREÑO Foto: A.VV. de Candás 11 de junio 2011
Llega ese momento que suele escandalizar a los ciudadanos, a saber, cuando los grupos políticos de la municipalidad se reúnen al comienzo de la Corporación para determinar la cuantía de dinero que recibirá cada partido y, más en particular, cada concejal, según sea su condición la de miembro del equipo de gobierno o la de liberado. Siempre suele haber acuerdo y entonces es cuando se produce esa imagen de que todos a una levantan la mano afirmativa en el Pleno correspondiente.

Pero no vamos a ser demagogos. Un representante público ha de tener una retribución digna. Sin embargo, la pregunta es cómo se determina, ya que se parte de la asignación previa y se modifica generalmente al alza. Ya se sabe: el coste de la vida y tal y tal. No obstante, los sueldos municipales del momento vienen del recorte que se les aplicó cuando este país se dio cuenta de que tenía la crisis muy encima.

Ahora, bien, aun bajo esas circunstancias, ¿cuál ha de ser la remuneración de un concejal? Hasta la fecha, el sueldo de la Alcaldía se equipara con el de la secretaría general del Ayuntamiento, y el de un edil liberado, con una dirección de área. Es decir, que se les aplican los parámetros de la función pública, lo cual puede ser acertado o no.

Evidentemente, en un concejo, con 25.000 parados no debería un concejal cobrar lo mismo que en uno con mil e idéntica población. Esto vendría a ser una regla de solidaridad de los gobernantes con los gobernados.
 Javier Morán

No hay comentarios: