jueves, 2 de mayo de 2013

Un maestro de los de antes

................................DELFINO GAVELA CON LOS PEQUEÑOS Foto: Mónica G. Salas
Delfino Gavela se jubila después de 29 años en el Colegio San Félix: “Dar clase a los más pequeños fue una gozada”

-Delfino, les he traído un tritón jaspeado a los niños para seguir con tu tradición. 
-¿Un tritón jaspeado? Curioso. No suele ser muy frecuente por esta zona. De todas formas yo también tengo algo.

Dos saltamontes. Ni aun estando de vacaciones, lejos de Candás, Delfino Gavela, recientemente jubilado a los 60 años se olvida de sus alumnos del colegio San Félix. Desde Valencia ha vuelto a la villa con dos grandes saltamontes, de tonos marrones. Y todo para que los más pequeños los observen. Porque la filosofía de Delfino Gavela, o Delfi, como lo llaman cariñosamente los estudiantes, no es otra que la de “si se puede, se deben conocer las cosas de verdad”. Y es que según opina este maestro, con más de 30 años de experiencia en educación, desde que él ocupaba la silla de alumno hasta hoy muy pocas cosas han cambiado. 

“Seguimos igualmente sentados viendo la imagen de la salamandra. Lo único que ha cambiado es el soporte: Yo la veía en una enciclopedia y ahora lo hacen a través de un proyector o un ordenador”, explica. 

Aunque muchos lo consideren como un candasín más, lo cierto es que Delfino Gavela es natural de El Bierzo (Castilla y León). A pesar de ello, ya son 29 los años que lleva en Candás y hasta hace muy poco como docente del colegio San Félix. Gavela llegó a este centro en 1983 y ahora, tras años en las aulas, ha decido cerrar su etapa como docente en la villa, según dice, por problemas de salud. “Antes fumaba mucho y veía que en las clases no rendía lo suficiente, así que opté por jubilarme cuando alcanzase la edad de 60 años”, aclara. Y así fue. 

No obstante, Gavela sigue en contacto con el colegio. Una visita al centro ya releva la huella que este popular profesor ha dejado en sus alumnos. Todos corren por abrazarlo, al mismo tiempo que gritan: “Delfi, Delfi, vamos a ver los árboles”. Y es que Gavela ha creado junto con los alumnos su particular bosque, con más de treinta especies diferentes. 

A lo largo de sus 29 años en el colegio San Félix, Delfino recuerda con especial cariño su etapa en Educación Infantil. “Aunque también estuve en primaria, para mi siempre fue una gozada poder dar clase a los más pequeños. De hecho, fue donde más disfruté”, comenta. Y recuerda, por ejemplo, cuando construyó una tienda de indioso cuando llevaba a clase insectos. Pero, sobre todo “me acuerdo de la foto que hice la primavera pasada con los estudiantes ya graduados del instituto de Candás. Hacerme una fotografía con ellos, cuando a todos les había dado clase en el colegio, fue muy especial para mi”, comenta. 

Así las cosas, por su espontaneidad, su peculiar forma de dar clases y su ilusión por enseñar, no cabe duda de que Delfino Gavela ha dejado una huella en la enseñanza candasina, que será difícil de borrar. Son muchos los que recuerdan sus campamentos, sus excursiones a la nieve o sus conocimientos de la naturaleza. Pero por encima de todo ello su gran corazón, tal y como destaca Verónica Crespo, actual profesora del centro y ex alumna de Delfino. No obstante, Gavela es modesto y concluye: “Como yo ha habido también grandes profesores, ya jubilados, que han pasado por este centro: Penedo, Lili, Villadonga, Ángeles...” 

Mónica G. SALAS - La Nueva España

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