Hay un batir duro sobre las losas brillantes. Luego, en un tierno vaivén, que va de la piedra al agua, del agua a la piedra, las mujeres extienden las prendas blancas, azules, de colores, como si fueran redes que, lanzadas sobre la mar, quisieran pescar toda la pureza y el aroma del agua que llega de los cinco caños.
Cuando en Agosto y Septiembre ponen sobre el pueblo todo el esplendor de la fiesta, Santarúa es un mágico jardín de sombra fría; una ribera donde, al anochecer, arriba el pescador.
Aquí vienen los niños a correr, por entre las palmeras, y a decir ¡adiós! a los trenes amarillos, que entran y salen, silbando, por la boca negra del túnel de la Forca.
Hasta aquí, las casas de Candás fueron abriendo una calle larga y estrecha -una vereda- por donde las mujeres los chiquillos, los rapacinos de barco con el "barbón" llegan hasta la fuente.
NUESTRO PUEBLO
.............VISTA PARCIAL DEL PARQUE Y LAVADERO DE SANTARÚA Foto: A.VV. de Candás 2011
SANTARÚA
"..Candás, tal vez no existiría sin este palacio de agua. Sin este remanso en el que, todavía, perduran el encanto de los tranquilos días y los recuerdos de la juventud.."
Aportación literaria: José Marcelino García. FUENTE: Libro "Barrios de Candás".
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