LA ESCULA PINA EN EL ANTROXU CANDASÍN
Es hora de desempolvar los trajes viejos del armario, rescatar las máscaras del fondo de la caja y eliminar cualquier atisbo de vergüenza que pueda quedar. Llega el Antroxo y es tiempo de perder el miedo, cambiar el chip y convertirnos en aquel o aquello que siempre quisimos ser, aunque sea sólo por unas horas.
Un poco de historia
En Asturias, el Carnaval se conoce como el “Antroxu”, si bien también son usados algunos otros nombres según dónde. Así en los concejos de Aller, Quirós, y Carreño se le llama “Antroxo”, en tierras occidentales se dice "Antroiro", y entre Luarca y el río Eo dicen “Antroido”.
Todos estos términos asturianos tienen su base etimológica en el antiguo vocablo del castellano “Antruejo”, derivado a su vez del latino “introitus” cuyo significado es entrada, por estar a continuación la Cuaresma.
Antiguamente este tiempo de Antroxo era mucho más prolongado en el tiempo que hoy en día, casi reducido a tres jornadas. Se celebraba con tiempo el triunfo, la muerte y el entierro del antroxo, en algunas localidades desde enero incluso.
Máscaras de carnaval
Hoy en día los recursos para disfrazarse son más numerosos. Antes se tiznaban la cara, con hollín por ejemplo, y se ponían unas ropas viejas para celebrar los carnavales. Más adelante aparecieron las caretas de cartón, de tela o de madera con sus clásicos agujeros para nariz, boca y ojos.
Entierro de la sardina.
A finales del siglo XIX se generalizó oficiar el entierro de la sardina, que fue costumbre venida de fuera de Asturias. La Sardina representa la abstinencia, mortificación y ayuno del Miércoles de Ceniza. En algunas localidades asturianas, la sardina no es enterrada sino que se arroja a la mar
¡VIVA EL ANTROXO!
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