El temor a la picadura de este animal se extiende por las playas asturianas, aunque los socorristas afirman que no son peligrosos y que el veneno se neutraliza con agua caliente. La intensidad máxima del dolor aparece 30 minutos después del accidente y luego disminuye gradualmente.
Los peces araña o escorpión son típicos de los fondos arenosos y en verano tienen preferencia por las zonas poco profundas de las playas. Si se sienten atacados, erizan las púas que tiene en la primera aleta dorsal y se las clavan a su víctima inyectándole un veneno que es inofensivo, pero resulta doloroso y se puede infectar, según informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Agazapados en la orilla, pasan totalmente inadvertidos, son del mismo color que la arena, además, no se acercan solos a las orillas cantábricas, prefieren traerse a la familia. Llegan a la costa en grupo, por cada medusa hay mil peces escorpión.
La intensidad máxima del dolor aparece 30 minutos después del accidente y luego disminuye gradualmente. Las molestias continúan al menos durante 24 horas, a veces con hormigueo y alteraciones de la sensibilidad. En ocasiones el dolor se extiende hacia las zonas donde se concentran los ganglios: del pie hacia la ingle y de la mano hacia la axila.
Ante un aguijonazo, la OCU recomienda:
- Primero, debe lavar con agua dulce la herida, retirando los restos de arena.
- A continuación, sumerja la parte afectada de 30 a 60 minutos en agua tan caliente como pueda soportar (sin quemarse). La toxina responsable del dolor se inactiva con el calor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario