miércoles, 31 de agosto de 2011

Sobre los agrios (y falsos) debates políticos en Asturias

..............FOTO: Archivo A.VV. de Candás
En torno a la apuesta por la transparencia, bien está que todos los dirigentes Asturianos hagan públicos sus bienes. Que la ciudadanía pueda comprobar que no hubo enriquecimientos llamativos desde que entraron hasta que salieron (aunque algunos amenazan con no irse nunca de la política). de Ayuntamientos y del Principado. 

A estas alturas de la película, urge un acuerdo entre todos que haga creíble la susodicha voluntad de transparencia que tanto pregonan, un compromiso de hacer públicos unos datos de un modo tal que sean susceptibles de supervisión y comprobación, alcanzando esto a los familiares más cercanos.

Y, si de acuerdos hablamos, bien estaría que se manifestase una voluntad en contra de lo endogámico, en contra del nepotismo, reduciendo todo lo posible la llamada «libre designación» y, llegado el caso, justificarla con los méritos que atesoran los que por tales procedimientos fueron y son nombrados, aunque sería deseable que se redujese al mínimo ese procedimiento «dedocrático».

De verdad que los asturianos  estamos hartos de soportar discursos maniqueos y burdos en virtud de los cuales los malos y los opacos son los demás, en virtud de los cuales los detractores de lo público son los demás, en virtud de los cuales nadie, salvo el salvador de turno, se preocupa del bienestar de la ciudadanía .
 De un artículo de Luis Arias Arguelles.

".. Asturias verde de montes y negra de minerales. Firme sobre roca firme, herida viva su carne.."

2 comentarios:

Juancho- Candás dijo...

Es una de las canciones más impactantes, más llenas de emoción y sentimiento y más impresionantes que se han hecho sobre nuestra Asturias con la que llevan mucho tiempo jugando nuestros políticos.

Amalia Mieres dijo...

Una canción compuesta por un andaluz que amó esta tierra asturiana. Esta tierra que quiso romper cadenas en el 34, en el 36 y durante las huelgas de los 60.

Como para que nos vengan ahora salvadores a danos lecciones, que ¡habelos ailos!.

saludos