FOTO: Archivo A.VV.de CandásLa retirada de la bollería y los refrescos de los colegios e institutos es una de las propuestas del Ministerio de Sanidad. Un proyecto que nació al amparo de la Estrategia Naos para combatir la obesidad. En noviembre del 2004 se dio a conocer la medida, pero, seis años después, las máquinas expendedoras de bollería industrial, chucherías y refrescos siguen en los centros escolares.
Sobre esta pretensión del Ministerio nos han enviado un interesante comentario para debate.
Gracias a su autora:
"Acabo de leer el artículo en el que se trata el tema de prohibir la venta de bollos y refrescos en los colegios. Me encuentro con opiniones del todo "dispersas". Me explico: ¿estoy a favor de una alimentación sana? Por supuesto, en mi casa, sobre todo los niños, tienen su ración diaria de cereales, legumbres, lácteos, fruta y verduras. Pero tampoco me importa que se coman un bollo de vez en cuando.
Creo que el problema no es tanto la alimentación como la falta de movimiento. Yo fui consumidora, no excesivamente, de los conocidos donuts y también me gustaban mucho los dulces pero mi infancia y juventud no estuvo marcada por un exceso de peso, todo lo contrario. Comía de todo y practicaba deporte. Creo que a un niño aunque tenga la mejor línea de alimentación tenderá al sobrepeso si no tiene "movimiento" en su vida.
Salir a la calle, correr, jugar, andar en bicicleta, patinar...Entiendo que no es tan sencillo ahora como antes, pero ahí es donde los padres hemos de sacrificar nuestro tiempo libre cambiando la cómoda terraza por áreas recreativas o las caminatas que yo recuerdo de mi infancia a "guetar ablanes" (más de mi gusto que las castañas).
Por eso en lugar de recurrir a la fácil prohibición yo apostaría por la educación tanto a niños como adultos."
Gracias a su autora:
"Acabo de leer el artículo en el que se trata el tema de prohibir la venta de bollos y refrescos en los colegios. Me encuentro con opiniones del todo "dispersas". Me explico: ¿estoy a favor de una alimentación sana? Por supuesto, en mi casa, sobre todo los niños, tienen su ración diaria de cereales, legumbres, lácteos, fruta y verduras. Pero tampoco me importa que se coman un bollo de vez en cuando.
Creo que el problema no es tanto la alimentación como la falta de movimiento. Yo fui consumidora, no excesivamente, de los conocidos donuts y también me gustaban mucho los dulces pero mi infancia y juventud no estuvo marcada por un exceso de peso, todo lo contrario. Comía de todo y practicaba deporte. Creo que a un niño aunque tenga la mejor línea de alimentación tenderá al sobrepeso si no tiene "movimiento" en su vida.
Salir a la calle, correr, jugar, andar en bicicleta, patinar...Entiendo que no es tan sencillo ahora como antes, pero ahí es donde los padres hemos de sacrificar nuestro tiempo libre cambiando la cómoda terraza por áreas recreativas o las caminatas que yo recuerdo de mi infancia a "guetar ablanes" (más de mi gusto que las castañas).
Por eso en lugar de recurrir a la fácil prohibición yo apostaría por la educación tanto a niños como adultos."
4 comentarios:
Es triste que todas las soluciones sean a base de prohibiciones y de coartar nuestra capacidad de elegir lo que esta bien o mal. Creo que el problema es de otra naturaleza. En este pueblo, por ejemplo, todo el mundo está preocupado por lo aparcamientos, si los turistas pueden o no aparcar en el Paseo, si se ponen terrazas, o si el pueblo está guapo o no, pero ¿a donde pueden los niños ir a jugar?, ¿ a unos parques dedicados a los más pequeños en donde se prohibe todo juego que no sea el columpiarse?. Me pregunto a que se puede dedicar esa infancia que, demasiado grande para los columpios, no encuentra otra diversion más que lo "videoconsola". Se necesitan "canchas" y espacios donde los niños puedan jugar sin que molesten o simplemente sin que esté prohibido.
Un Saludo.
Escaramujo.
Estoy en contra de las prohibiciones y de las leyes hechas para prohibir y no cumplir en vez de para proteger y amparar. Pienso que los paises más evolucionados tienen menos leyes y las pocas que tienen son más respetadas por sus ciudadanos. Es cuestion de educación, tanto la impartida en los centros escolares como la recibida en el seno de la familia. No entiendo por qué un niño que va al colegio tiene que llevar un teléfono portatil o dinero. Bueno, habrá razones para ello, en todo caso sus padres o tutores tendrán la responsabilidad de su educación. Gracias
Lo único que cambiará será que en vez de comprarlos en el cole, los llevarán de su casa. La falta de tiempo de sus padres, la comodidad de los productos elaborados, la preferencia de sus hijos por este tipo de alimentos, etc. hace que se consuman en exceso estos productos, contrarios a una buena alimentación, sana y equilibrada. Echemos un vistazo a la sociedad americana y veremos nuestro futuro en lo referente a nuestra alimentación.
"Papá Estado" sigue diciendonos lo que está bien o está mal. Creo que todo esto es producto de unos ministerios sin objetivos claros, que rellenan sus horas inventandose y retorciendo leyes, para justificarse, o solo por el mero hecho de "salir en la foto". Yo me imagino que al lado de las máquinas expendedoras no haya nadie con una escopeta obligando a los niños a comprar "comida basura". Eso debemos dejárselo a sus tutores y educadores, quienes deben decidir el mejor tipo de alimentación que deben tomar sus hijos.
Un saludo a esta estupenda asociación.
Aida_LF.
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